INTRODUCCIĆN
La diabetes mellitus tipo 1 (DMT1), tambiƩn
conocida como diabetes autoinmune, es
una enfermedad crónica caracterizada por
deficiencia de insulina debido a la pƩrdida
de cĆ©lulas β pancreīticas y conduce a
hiperglucemia (1). Es una de las
enfermedades crónicas mÔs comunes en la
infancia y se diagnostica a un ritmo cada vez
mayor en los adultos. Aunque la edad de
aparición de los sĆntomas suele ser durante
la infancia o la adolescencia, los sĆntomas a
veces pueden desarrollarse mucho mƔs
tarde (2). Aunque la etiologĆa no se
comprende completamente, se cree que la
patogenia de la enfermedad implica la
destrucciīæn de las cĆ©lulas β mediada por
cƩlulas T. No se dispone de una cura y los
pacientes dependen de inyecciones de
insulina de por vida (3).
La tasa de diagnóstico de diabetes Tipo 1
estĆ” aumentando en la mayorĆa de los
paĆses, con tasas que aumentan
drƔsticamente en niƱos menores de 5 aƱos.
La incidencia anual estĆ” aumentando a nivel
mundial en un 2,3% por aƱo y se estima que
aumentarĆ” entre un 2,7% y un 2,8% en los
jóvenes en los Estados Unidos. La tasa de
incidencia varĆa significativamente segĆŗn la
región geogrĆ”fica (4). En Europa, paĆses
como Suecia, Finlandia, Noruega, Reino
Unido y CerdeƱa tienen la mayor incidencia
de diabetes Tipo 1 con una tasa ajustada
por edad de > 20/100000 pacientes-aƱo.
Estados Unidos tiene una tasa de incidencia
de 17,8/100.000 pacientes-aƱo en una
población predominantemente caucÔsica.
China y AmƩrica del Sur tienen la incidencia
mƔs baja de diabetes Tipo 1, notificada
como < 1/100000 pacientes-aƱo (3).
Los pacientes con diabetes tipo 1 y
aproximadamente un tercio de los que
padecen diabetes tipo 2 requieren
tratamiento con insulina exógena. La
terapia con insulina se asocia con
complicaciones relacionadas con la piel,
como lipoatrofia, lipohipertrofia, edema y
alergia (1). La técnica de inyección
adecuada es esencial para el
funcionamiento óptimo de la insulina. Sin
embargo, los profesionales de la salud rara
vez instruyen adecuadamente a los
pacientes sobre las tƩcnicas adecuadas (5).
La lipodistrofia es la complicación cutÔnea
mÔs común de la inyección de insulina,
ocurre en aproximadamente el 50% de los
pacientes y puede presentarse como
lipohipertrofia o lipoatrofia (6).
La lipodistrofia (LD) se caracteriza por la
pérdida selectiva de tejido adiposo, órgano
muy dinƔmico que juega un papel central
en el almacenamiento y liberación de
energĆa y regula el metabolismo energĆ©tico
a travĆ©s de la diafonĆa con diferentes
órganos implicados en la homeostasis
metabólica (7). A menudo se asocia con una
morbilidad grave secundaria a anomalĆas
metabólicas asociadas con la resistencia a la
insulina, pero las presentaciones clĆnicas de
los sĆndromes de lipodistrofia pueden ser
muy heterogƩneas, lo que dificulta el
diagnóstico diferencial y la clasificación de
subtipos para los profesionales de la salud
(8).
Debe sospecharse lipodistrofia en cualquier
persona que presente tejido adiposo
reducido; sin embargo, debe distinguirse
meticulosamente de una variedad de
enfermedades que pueden compartir
caracterĆsticas comunes de lipodistrofia o
imitar presentaciones especĆficas de
subtipos (9,18). La incidencia exacta de
lipodistrofia en todo el mundo no es muy
bien conocido, debido en parte a la
heterogeneidad y falta de criterios
diagnósticos precisos de cada categorĆa de
la enfermedad. Un informe reciente calculó